Con baño de lujo, pieles rojillas, sombrillita y comida en abundancia. Así es como debe ser la primera visita del año al mar. Y así ha sido en este bonito jueves de mayo.
Acompañados por dos buenos y viejos amigos, tan adorables y únicos, como peculiares y entrañables hemos disfrutado de un día redondo en la Marina de Marina ;)
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