Grabada en los estudios Bavaria y estrenada en 1984 es, en nuestra opinión, uno de esos clásicos que vale la pena volver a ver. Y no sólo por las malinterpretaciones que a la traducción de los diálogos se pueda dar (a los manubrios nos remitimos), sino por ser una de esas historias que permiten revisión y redescubrimiento en cada visionado.
Cuando por fin nos decidamos a la lectura del novelón que promete ser, ya estaremos capacitados para decidir si, al igual que el genial Ende nos sentimos defraudados o seguimos teniendo en estima este ochentero film.
El tete estuvo allí
ResponderEliminarChe que activos me ganáis en publicaciones a ver si me escribo otra entrada, aunque las mías son más complejas de escribir tal como las planteo.
Os sigo xD
He hecho examenes con menos requisitos de los que pone el editor de comentarios, como le cuesta xD
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