Finiquitado el mes de julio y comenzado agosto doy por finalizadas mis prácticas como monitora de tiempo libre, lo que implica que una vez redactada y aprobada mi memoria escrita podré disfrutar de mil vivencias con niños y adolescentes en escuelas de verano y otros derroteros de enseñanza no formal.
En un mes me he curtido bien curtida, he ido afinando y afianzando conocimientos e intuiciones. Se me ha escapado algún que otro grito y algún enfurruñamiento, días malos los tenemos todos, pero la valoración final es postivísima. He aprendido muchísimo tanto de los chavales como de los monitores y voluntarios de la escuela, que cada año recibe a todos aquellos valientes jovenzuelos que se dejan caer por allí.
Y ahora a septiembrear bien duro; nos queda nada y nos comen el tiempo, las asignaturas pendientes y los calores infernales pero con un poquito de espíritu podremos con todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario